Ambientes Costumbres Civilizaciones La catacumba de San Calixto

Plinio Corrêa de Oliveira

VISITÉ EN COMPAÑÍA de unos amigos la catacumba de San Calixto, en Roma. Sus corredores estrechos dan la impresión de que sus dos paredes se encontrarán en lo alto, causando cierta sensación de asfixia. Por todas partes se veían sepulturas.

Repentinamente nos deparamos con una capilla, sobre la cual filtraba un haz de luz. Era un recinto cuadrado, con dibujos pintados directamente sobre las paredes, representando de modo ingenuo escenas del Evangelio y del Antiguo Testamento. Había en el lugar un pequeño altar. El guía explicó: "Esta era una capilla, aquí se rezaba la misa".

Allí eran sepultados los mártires. Tumbas que en la víspera estaban vacías eran ocupadas con los restos mortales de nuevos mártires, heroicamente rescatados de la arena del Coliseo.

El cuerpo del mártir permanecía tirado en la arena, todo despedazado. Terminado el martirio, el pueblo se retiraba, y nadie más se preocupaba por él.

Al anochecer, heroicos católicos —ellos mismos candidatos al martirio, pues, si eran descubiertos, serían martirizados— se escabullían hasta el Coliseo para recoger los restos mortales de los mártires. Envueltos en paños, eran furtivamente llevados hasta la entrada de la catacumba por un orificio abierto en el suelo.

El Buen Pastor pintado en las paredes de la catacumba

Estos valientes cristianos, al llegar a la entrada hacían una señal. Desde dentro, una voz se oía:

—¿Qué nos traes?

—Los restos de fulano de tal.

Inmediatamente, del fondo de la tierra se elevaba un cántico de triunfo. Otro hermano en la fe ha subido al cielo. Un hermano con quien, en la víspera, posiblemente ellos habían conversado. Y soportado padecimientos que muchos de los presentes habían presenciado.

Podría ocurrir inesperadamente una inspección de la policía imperial en la catacumba. Algunos cristianos eran entonces apresados y llevados a sufrir también el martirio. A partir de ese instante, no verían más las catacumbas y no asistirían a la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, mientras aguardaban el momento de ser despedazados por las fieras. ¡Al morir como mártires, subían directamente al cielo!  

 

La catacumba de San Calixto, ubicada en la Vía Apia, región central de Roma, es una de las más visitadas en Italia. Ocupa cerca de cinco pisos bajo tierra, extendiéndose por más de 20 kilómetros de corredores que conducen a las diferentes tumbas. Se calcula que aproximadamente 20 mil cristianos están allí sepultados.

¿Sería posible la existencia de seres inteligentes en otros planetas? Palabras del director Nº 158 - Febrero 2015 - Año XIV
Palabras del director Nº 158 - Febrero 2015 - Año XIV
¿Sería posible la existencia de seres inteligentes en otros planetas?



Tesoros de la Fe N°158 febrero 2015


“Yo ya he visto otros vientos y afrontado otras tempestades”
Nº 158 - Febrero 2015 - Año XIV La santidad excelsa del matrimonio cristiano Un Sínodo 'extraordinario' bajo todo punto de vista Los Cuatro Evangelistas Santa Catalina de Ricci ¿Sería posible la existencia de seres inteligentes en otros planetas? La catacumba de San Calixto



 Artículos relacionados
La dignidad sacerdotal La dignidad del sacerdote es tal, que, según la expresión de san Agustín,* el Hijo de Dios encarna en sus manos como en otro seno de la Virgen...

Leer artículo

Placidez, castidad, maternidad La idea que la imagen despierta en mi espíritu, la idea central, es la de una placidez muy ordenada, muy casta por tanto, y al mismo tiempo maternal...

Leer artículo

A vosotros, pobres pecadores “A vosotros, pobres pecadores, uno más pecador todavía os ofrece esa rosa enrojecida con la sangre de Jesucristo a fin de que florezcáis y os salvéis. Los impíos y pecadores empedernidos gritan a diario: Coronémonos de rosas (Sab. 2, 8). Cantemos también nosotros: coronémonos con las rosas del santo rosario...

Leer artículo

El triunfo de Jesucristo por la Eucaristía Christus vincit, regnat, imperat: ab omni malo plebem suam defendat—“Jesucristo vence, reina, impera; Él libre a su pueblo de todo mal”. El Papa Sixto V hizo grabar estas palabras en el obelisco que se levanta en medio de la plaza de San Pedro en Roma...

Leer artículo

Entrevista al Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica Recordando algo muy olvidado: la moral católica EL EMMO. CARDENAL Raymond Leo Burke fue recientemente entrevistado por la Srta. Izabella Parowicz, de la revista “Polonia Christiana”, de Cracovia...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino