«La Santísima Virgen tuvo en la tierra más fe que todos los hombres y todos los ángeles juntos. Su fe estuvo sometida a una triple prueba: La prueba de lo invisible, la prueba de lo incomprensible y la prueba de las apariencias contradictorias. Ella superó esa triple prueba del modo más heroico. En efecto vio a su Hijo en el establo de Belén y creyó que era el Creador del Universo. Lo vio huir del Rey Herodes y no dejó de creer que era el Rey de los Reyes. Lo vio nacer en el tiempo y creyó que era Eterno. Lo vio niño y creyó que era Inmenso. Lo vio pobre, necesitado de alimentos y de ropa, y creyó que era Señor del Universo; lo vio débil, llorando sobre el heno y creyó que era Omnipotente. Lo vio, finalmente, maltratado y crucificado, morir sobre el más ignominioso patíbulo, y creyó siempre en su Divinidad. Mientras los otros vacilaban en la fe, Ella permaneció siempre firme, no vaciló jamás» Gabriel María Roschini O.S.M.
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![]() La incomparable Fe de la Virgen María |
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300 años de la obra mariana por excelencia Conmemoramos este año el tercer centenario de un libro providencial, el «Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen», de San Luis María Grignion de Montfort. Asociándonos a tan grata celebración, ofrecemos a nuestros lectores extractos de los comentarios que en 1939 el Prof. Plinio... |
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Dios nos dio una Madre incomparable María, aurora para el mundo y para cada alma en particular, «nuestra vida» y «nuestra dulzura». ¿Quieres transformar tu vida? ¿Quieres practicar con facilidad las virtudes que te parecen inaccesibles, y que Dios sin embargo las pide? ¿Quieres conocer las alegrías... |
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Spes nostra salve Optimismo, pesimismo, realismo: ¿cuál es la posición que debemos tomar delante de los hechos contemporáneos? Plinio Corrêa de Oliveira responde a esta cuestión apremiante y de la mayor actualidad, en un artículo escrito para «Catolicismo» años atrás... |
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María Santísima, modelo de resignación Nuestra Señora nos enseña cómo enfrentar aquello que nos contraría, a aceptar resignadamente la voluntad de Dios, sin perder el ánimo ni disminuir el amor hacia Él. Un ejemplo de ello lo encontramos en el episodio de la pérdida del Niño Jesús en el Templo... |
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