Palabras del Director Nº 160 - Abril 2015 - Año XIV

Estimados amigos:

El Evangelio de San Juan (capítulos 20 y 21) narra diversas manifestaciones de nuestro Divino Salvador a sus discípulos después de la Resurrección. El apóstol Tomás, que por no haber estado presente en ellas se negaba a creer, les dijo: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo". Ocho días después, estaban reunidos nuevamente los apóstoles en el Cenáculo, cuando Jesús apareció y dirigiéndose a Tomás le dijo: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente". A lo cual Tomás respondió con esta formidable confesión de fe: "¡Señor mío y Dios mío!"

Cuarenta días después de la Resurrección, Nuestro Señor ascendió a los cielos en cuerpo y alma. Quedaron con nosotros, sin embargo, algunas pertenencias suyas que como sagradas reliquias han sido celosamente custodiadas y piadosamente veneradas por los cristianos a lo largo de los siglos, en medio de las convulsiones de este mundo.

Entre las más conocidas están el Santo Sudario de Turín, la Santa Faz de Manoppello, la corona de espinas y los clavos que llevó San Luis Rey a París.

Menos conocida, pero de gran valor, son los restos de las sandalias de Jesús que se conservan en Prüm, Alemania. Sobre estas reliquias y los análisis realizados en ellas por el profesor de genética Gérard Lucotte, en abril del 2011, trata el artículo de nuestro colaborador Luis Dufaur que presentamos como Tema del Mes.

Esperando que la lectura del presente número les sea del mayor provecho espiritual, me despido.

En Jesús y María,

Símbolos de la nobleza del alma humana Las manos de Dios
Las manos de Dios
Símbolos de la nobleza del alma humana



Tesoros de la Fe N°160 abril 2015


Dichosos los que creen sin haber visto
Nº 160 - Abril 2015 - Año XIV Las manos de Dios 'Cambio de sexo': Imposibilidad biológica – Rebelión contra Dios Las sandalias de Jesús analizadas por un profesor de genética Nuestra Señora de Manaoag La Infancia de Jesús San Juan Bautista de La Salle Edad mínima para el matrimonio   Símbolos de la nobleza del alma humana



 Artículos relacionados
El altar de san Ignacio de Loyola en la iglesia de Il Gesù La fotografía nos muestra el altar de la iglesia de los jesuitas en Roma, Il Gesù, que es un templo religioso de incalculable valor, muy hermoso y célebre, construido entre 1568 y 1584...

Leer artículo

Donde hay virtud, florece la nobleza de sentimientos y la cortesía A respecto del diálogo sostenido entre la Virgen de Guadalupe y san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531 (ver recuadro en la siguiente página), se pueden hacer varios comentarios...

Leer artículo

No todo lo que es técnicamente posible es éticamente realizable Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social. Además, para ampliar la audiencia, el llamado rating, a veces no se duda en recurrir a la trasgresión, a la vulgaridad y a la violencia...

Leer artículo

Reminiscencias a la espera de un resurgimiento El castillo de Montemor-o-Velho —con sus ­murallas coronando la montaña, teniendo a sus pies a la villa, próxima al río Mondego, en la planicie final que conduce al mar— constituye un ejemplo entre tantos de la vocación guerrera que marcó a Portugal desde el comienzo de su existencia como nación cristiana...

Leer artículo

El Castillo de Montealegre El castillo de Montealegre de Campos, en Valladolid, evoca siglos de lucha y de reconquista en la España medieval...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×