Estimados amigos: “Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va, y va dejando una huella que no se puede borrar”, esta es la letra con la que comienza una popular sevillana y que me viene a la memoria al momento de comunicar a nuestros lectores el sensible fallecimiento de D. Alejandro Ezcurra, a tantos títulos vinculado a esta revista. Fue efectivamente él quien me sugirió su nombre el año 2000, al coordinar los detalles para su aparición. Tal acierto me fue confirmado meses después cuando por casualidad encontré una frase del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira que hacía referencia al título y que desde entonces reproducimos cada mes en nuestra portada. Mucho antes, en 1972, editaba yo en el colegio Santa María el periódico escolar “El Centinela”. A través de un amigo en común, que ahora reside en Roma, dibujó para mí en una servilleta de restaurante la viñeta con la que mi publicación se identificaría en adelante. Nunca pensé que años más tarde vendría al Perú para colaborar estrechamente durante 22 años ininterrumpidos con nuestro apostolado. En las siguientes páginas encontrarán algunos pormenores más sobre sus méritos y su actuación. “Oh María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial”, es la letra de un canto mariano que nos ayuda en este momento a continuar “el buen combate” del que nos habla San Pablo y del que D. Alejandro fue un ejemplo para todos los que tuvimos la gracia de conocerlo y luchar juntos. En nombre de la Asociación Santo Tomás de Aquino agradezco a quienes de una u otra manera se hicieron presentes en estos duros momentos, con su ánimo, con sus palabras… sobre todo con sus oraciones. Especialmente a los sacerdotes que nos visitaron y a los que desde tantos países han ofrecido la Santa Misa en sufragio de su alma. En Jesús y María, El Director
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La Entronización Del Sagrado Corazón de Jesús en los hogares |
La sobrecarga de impuestos es injusta e inhumana El derecho de poseer bienes en privado no ha sido dado por la ley, sino por la naturaleza, y, por tanto, la autoridad pública no puede abolirlo, sino solamente moderar su uso y compaginarlo con el bien común... | |
La moralidad es el fundamento del orden social ASÍ COMO EL RAYO DE SOL entra por una rendija de la ventana para formar un pequeño escenario de luces y de sombras, así también la madre católica debe crear alrededor suyo, por su modo de ser, un ambiente propicio para la formación del subconsciente de sus hijos, haciendo con que las primeras nociones de moralidad y de buen comportamiento echen raíces en ellos... | |
¡Dios es nuestro único bien! Aunque sea penoso, ¡aceptemos el sueño efímero de la vida presente para gozar del día sin fin del reino de los Cielos! Dios los llama, les tiende su mano, el Santo Espíritu trabaja con ustedes, el Señor Jesucristo los sostiene con su mano derecha... | |
El Canto Gregoriano “¡Están sonriendo! ¡No es posible!”, exclamó Nerón, el tristemente célebre emperador romano del siglo primero de la era cristiana, al entrar en la arena para deleitarse con la vista de los restos dispersos en el suelo, aún calientes y ensangrentados, de las víctimas de un espectáculo más que acababa de promover... | |
El altar de san Ignacio de Loyola en la iglesia de Il Gesù La fotografía nos muestra el altar de la iglesia de los jesuitas en Roma, Il Gesù, que es un templo religioso de incalculable valor, muy hermoso y célebre, construido entre 1568 y 1584... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino