Plinio Corrêa de Oliveira Una sala con proporciones inteligentemente calculadas: bastante alta y bastante ancha como para dar al mismo tiempo las impresiones armónicamente contrarias de intimidad y desahogo. En ella caben holgadamente los muebles, los cuadros, la lámpara, las personas, con espacios ampliamente suficientes para que estas se muevan despreocupadamente, sin tropezar en alguna cosa o en alguien. Los muebles no son lujosos. Sólidos, decentes, cómodos, agradables a la vista se prestan ellos también holgadamente al uso humano. Mesa espaciosa en la que puede sentarse una familia numerosa, y sobre la cual pueden acumularse sin trastorno los manjares saludables y modestos, servidos en un almuerzo de cumpleaños de una familia situada entre la pequeña y la mediana burguesía. Por la ventana, protegida por persianas y cortina, entra una luz amena, ampliamente suficiente para toda la sala, pero graduada para no herir los ojos y para conservar una claridad serena y templada en el ambiente. Calma, templanza, amenidad, son las notas dominantes del cuadro. Los trajes sumamente recatados dan un aspecto de pureza a esta vida de familia, que explica a su vez la amenidad de su convivencia. En una familia en que haya entrado el gusano roedor de la impureza, las almas no tienen salud ni frescor para deleitarse en afectos castos como los del hogar. Todos se sienten felices y distendidos en ese ambiente en que cada uno se reputa estimado, apoyado y considerado según merece. Hablamos muy intencionalmente de consideración. Nótese la situación de los esposos. Lo que la familia tiene de más afectivo de vuelve hacia él. Las dos hijas rodean a la madre, llenas de respetuoso afecto. La niña se siente feliz y honrada en ofrecer una bebida al abuelo, bajo la atenta y simpática mirada del hombre de edad madura. * * * Anonimato, murmullo, aprieto, prisa, preocupación. Mientras unos comen rápidamente una comida hecha en serie, otros esperan su turno. Nadie sonríe. Una u otra persona dice alguna cosa, pero no hay conversación. Todos piensan en el trabajo que hicieron o en el que harán. Muchos hombres están con sombrero, como si estuviesen en una estación o en un autobús. Nótese entretanto cómo visten los personajes: son todos de una clase equivalente a la mediana o pequeña burguesía. Precisamente el nivel de la familia del cuadro de arriba. Es el interior de un restaurante de comida rápida en una gran ciudad moderna. Y así almuerzan, casi todos los días del año, millones de personas, y muchas además de almorzar, también cenan de ese modo. ¿Podría ser de otra forma? Las grandes aglomeraciones, la consecuente concentración de los negocios, la aceleración del ritmo de vida que de ahí se deriva, acentuada aún más por la vertiginosa facilidad con que la tecnología estimula la rápida circulación del dinero, todo en fin concurre para darle al hombre moderno condiciones de vida muy agitadas. * * * Sí. ¿Pero a qué precio para su salud, sus nervios, su equilibrio, su virtud, su vida familiar? ¿No hay en esto una expresión de una peligrosa mecanización de la vida?
|
La Entronización Del Sagrado Corazón de Jesús en los hogares |
La propina y su importancia social ¿A quién no le gusta ser bien tratado? Sobre todo hoy en día, cuando en los supermercados, en los centros comerciales o en internet las relaciones van asumiendo un carácter cada vez más impersonal y distante. Y la manera habitual de retribuir un buen servicio prestado es por medio de la propina…... | |
El Velo de la Verónica Una consulta que me formularon al respecto, despertó en mí una antigua curiosidad: ¿dónde está el Velo de la Verónica? ¿Se habrá salvado de las tempestades de la historia? Si está en algún lugar, ¿por qué no se habla de él?... | |
El perfil de la beata Jacinta Marto, descrito por la hermana Lucía Jacinta tenía un porte siempre serio, modesto y amable que parecía traducir la presencia de Dios en todos los actos, propios de personas avanzadas en edad y de gran virtud... | |
Capítulo 12: ¿Y me quedo acá sola? En la segunda aparición, en junio, la Santísima Virgen prometió a Francisco y Jacinta llevarlos pronto al cielo. Pero con respecto a Lucía, le dijo:... | |
El boulevard de los Capuchinos y el Teatro Vaudeville Jean Béraud es uno de los grandes pintores de la vida parisina de la Belle-époque. Nació en San Petersburgo en 1849... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino