Entrevistas ¿Puede la psicoterapia procurar siempre el bien del alma?

En su último libro “Los caminos de la psicología. Historia y tendencias contemporáneas”, nuestro entrevistado denuncia el abandono por parte de la psicología moderna de lo que, en cambio, debería ser su fin primordial: el cuidado del alma humana. En la actualidad, la psicología se ha convertido en una peligrosa arma de la revolución cultural.

Dr. Roberto Marchesini

Roberto Marchesini es un reconocido psicólogo, psicoterapeuta y consultor de problemas que afectan a la juventud. Ejerce su actividad profesional en la ciudad de Milán, en Italia. Reconocido conferencista, imparte charlas en su país y en el extranjero. Es autor de varios libros, entre ellos “Homosexualidad y el magisterio de la Iglesia”. Asimismo, escribe en numerosas revistas científicas y de inspiración católica. En otra de sus obras —“Código caballeresco para el hombre del tercer milenio”— defiende la tesis de que la solución para los problemas psicológicos de los jóvenes de nuestros días se encuentra en el código de la caballería.

El Dr. Marchesini concedió esta entrevista a nuestro colaborador en Europa, Sr. Julio Loredo de Izcue.

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Tesoros de la FeEn uno de sus libros usted hace un llamado a una psicología dirigida al alma humana y, por tanto, basada en la idea de orden y finalidad, natural y trascendental. Exactamente lo opuesto del rumbo actual de la psicología moderna. ¿Podría comenzar por definir qué es la psicología y cuáles son sus objetivos y su utilidad.

Dr. Roberto Marchesini — La encarnación del Logos * ha dividido la historia en dos partes (antes y después de Cristo), la cultura, y por qué no decirlo, la humanidad. También ha dividido la psicología, pues de hecho existe una psicología después de Cristo, que es el estudio del alma humana. Este es el significado etimológico de la palabra psicología, la cual tiene como objetivo la plena realización del alma de acuerdo con el Logos. Esta es la psicología de los filósofos griegos, de san Agustín, de santo Tomás, de los carmelitas, de san Ignacio. Y hay una psicología anticristiana, en el sentido de que rechaza el Logos. Esta es la psicología moderna y contemporánea. Para usar las palabras del psicólogo estadounidense John Broadus Watson (1878-1958), el objetivo de la psicología moderna y contemporánea es “la predicción y el control del comportamiento”, es decir, la manipulación y el control del hombre. La primera (católica) y la segunda (anticristiana) son dos psicologías antitéticas e incompatibles, con objetivos completamente diferentes.

* El Verbo de Dios, es decir, Jesucristo. Los filósofos también usan esa voz para designar a la inteligencia que dirige, ordena y da sentido a todo lo que existe; los cristianos reconocemos a Dios como ese Logos.

 

Según el cardenal Godfried Danneels, el hombre moderno, privado del sentido y del horizonte último de la vida, condenado por la cultura moderna a una vida exclusivamente material, ha mostrado todo su sufrimiento con el desarrollo de la neurosis.

Tesoros de la FeUsted afirma que la psicología moderna comenzó al poner de lado el bien del alma y pasó a estudiarse como ciencia empírica. ¿Podría desarrollar este concepto?

Dr. Roberto Marchesini — La rebelión contra el Logos (que también es “orden”) se manifiesta como un rechazo de la ley natural, su consecuencia y manifestación; y de las leyes morales y religiosas, que son el aspecto de la ley natural que percibe el hombre. Pues bien, dado que la facultad humana encargada de captar las leyes morales y religiosas es la razón, que lo hace por medio de la filosofía metafísica, el hombre moderno ha negado, en primer lugar, la posibilidad de esta ciencia y ha negado que la razón humana pueda captar las realidades metafísicas. Estas se han definido, de vez en cuando, como ídolos o supersticiones; y la razón humana ha sido “focomelizzata” [atrofiada], declarada capaz de captar solo realidades materiales y sensibles. Este es el aspecto fundamental del empirismo, de la Ilustración, del romanticismo. A consecuencia de este camino, la psicología ya no se propone investigar el alma y su fisiología natural, en armonía con el Logos y destinada a Él; sino que estudia los procesos fisiológicos individuales, mensurables, que ocurren en el cuerpo humano. Así nació la psicofisiología y, por tanto, la psicología moderna.

 

Con Freud y la llamada “Escuela de Frankfurt”, hay una verdadera entronización de la sexualidad como reina de la persona humana, capaz incluso de guiar a la sociedad a través de la conocida “revolución sexual”.

Tesoros de la Fe¿Cree usted que el abandono del alma humana ha desencadenado la explosión de la neurosis que caracteriza al mundo moderno?

Dr. Roberto Marchesini — Esa es la opinión del cardenal Danneels, expresada en un folleto de oro (Godfried Danneels, Fe cristiana y heridas del hombre contemporáneo, Piemme, Casale Monferrato, 1985), que comparto. Según este príncipe de la Iglesia, el hombre moderno, privado del sentido y del horizonte último de la vida, condenado por la cultura moderna a una vida exclusivamente material, ha mostrado todo su sufrimiento con el desarrollo de la neurosis. De hecho, como señala el psiquiatra holandés Jan Hendrick van den Berg (1914-2012), “es casi seguro que los trastornos neuróticos no existían en Europa antes del siglo XVIII. Antes de 1733, no hay ningún libro de medicina que hable de la neurosis”. El psicólogo católico Rudolf Allers (1883-1963) escribió: “Desde que esta actitud del non serviam está enraizada en la intimidad más profunda de la naturaleza humana, la neurosis en sí misma no es más que una exageración de las características de la personalidad humana comunes a todos nosotros. Solo el santo está libre de la neurosis y mucho más, porque solo él ha aceptado, mediante una acción de ‘asentimiento real’, su condición de ser finito, de simple nada frente al infinito. Un análisis completo de la mentalidad neurótica descubrirá que en todos los casos de neurosis sin excepción el problema real es metafísico”. El psiquiatra judío Viktor Frankl (1905-1997), alumno de Allers, también identificó la falta de sentido de la vida en el origen de la neurosis; llegó incluso a denominar a su psicoterapia con el neologismo “logoterapia”.

 

Tesoros de la FeDesde el colapso de la Edad Media cristiana hemos pasado del predominio del interés por lo religioso, al interés por la esfera política, a una época en que la sociología ha asumido el control, hasta nuestros días en que todo se vuelve a la psicología. ¿Ve usted en esto un proceso de decadencia del hombre?

Dr. Roberto Marchesini — Quizás, más que un proceso de decadencia del hombre (que está y permanece hecho “a su imagen”), es un proceso de decadencia de la cultura, la filosofía y la psicología. No es casualidad que, desde el punto de vista artístico, todo lo que la gente quiere ver (pintura, arquitectura, escultura…) se remonta a antes de la modernidad o, en los países católicos, al siglo XVIII como límite último. La modernidad, al parecer, solo ha sido capaz de destruir, no de construir. Esto tiene sentido, si pensamos que la modernidad se caracteriza por el rechazo del Logos, es decir, del sentido, el orden y la armonía de la creación. Obviamente, esto también se aplica a lo que es específicamente humano, es decir, la cultura.

 

La psicología ya no se propone investigar el alma en armonía con el Logos y destinada a Él; sino que estudia los procesos fisiológicos individuales, mensurables, que ocurren en el cuerpo humano.

Tesoros de la FeLa fase actual del proceso revolucionario en el que nos encontramos —genéricamente llamada IV Revolución por Plinio Corrêa de Oliveira— tiene como motor la liberación de los instintos, especialmente el sexual. En este contexto, a partir de Freud, la psicología se convierte en el arma más importante de las fuerzas revolucionarias, la palanca con la que intentan desquiciar lo que resta de civilización cristiana. ¿Podría comentar sobre esto? ¿Cuál es el papel de la Escuela de Frankfurt?

Dr. Roberto Marchesini — Volvamos a lo dicho en respuesta a la segunda pregunta. El rechazo del Logos, de las leyes morales y religiosas, de la metafísica y de la razón humana, ha provocado una reversión de la antropología. El hombre clásico tuvo, en su apogeo, la razón, es decir, la facultad humana más alta y aquella que lo acerca a Dios (“razón” es otra de las posibles traducciones de la palabra griega Logos). Las pasiones están al servicio de la razón: también llamadas emociones, deben guiar al hombre hacia el bien y alejarlo del mal, identificado por la razón. Esta antropología está perfectamente resumida en el mito platónico del carro alado. La modernidad destrona la razón y pone las pasiones en el puesto de mando. Es una antropología invertida. La pasión humana más fácil de despertar, y la más poderosa, es sin duda el impulso sexual. Por eso, con el psicoanálisis freudiano pero aún más explícitamente con Reich (1897-1957) y con la llamada Escuela de Frankfurt, hay una verdadera entronización de la sexualidad como reina de la persona humana, capaz incluso de guiar a la sociedad a través de la conocida “revolución sexual”.

 

Tesoros de la FeNo obstante la gravedad de todo lo afirmado, terminemos con un tono de esperanza. ¿Qué posibilidades ve en el horizonte para la reanudación de un discurso psicológico basado en la naturaleza y en la fe cristiana? ¿Cree que este podría ser un remedio importante para la crisis moderna?

Dr. Roberto Marchesini — Personalmente, llevo décadas trabajando en el renacimiento de una psicología en sintonía y dirigida al Logos. Los resultados no son emocionantes, pero un grupo cada vez más grande de colegas se está acercando a este esfuerzo. Gracias a ellos, las iniciativas en este sentido también se están multiplicando. Estoy cada vez más convencido, sobre todo desde el punto de vista clínico, que esta psicología es capaz de responder a las múltiples necesidades del hombre contemporáneo. De hecho, los resultados de la psicología y la psicoterapia modernas no son alentadores…

El Sacramento del Matrimonio - II Santa Bernadette Soubirous
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Tesoros de la Fe N°230 febrero 2021


Sta. Bernadette Soubirous La vidente de la Virgen de Lourdes
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