Estimados amigos: El 25 de marzo de 2022, fiesta litúrgica de la Anunciación, pasará a la historia como el día en que finalmente un Papa atendió el pedido de Nuestra Señora de Fátima de consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón. Recordemos que en la aparición del 13 de julio de 1917, la Santísima Virgen dijo en la Cova de Iría: “Vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”. Más tarde, en la aparición del 13 de junio de 1929, en Tuy (España), Nuestra Señora le dijo a sor Lucía: “Ha llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre haga, en unión con todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón; [Él] promete salvarla por este medio”. Tuvieron que pasar más de 92 años para ver realizado el pedido de la Madre de Dios. Con este gesto de alcance sobrenatural, solicitado por los obispos católicos de Ucrania, el Papa Francisco ha prestado al sufrido y valiente pueblo ucraniano el mayor acto de solidaridad y de ayuda ante una cruel e injusta agresión. Nos corresponde ahora a nosotros atender un segundo pedido de la Virgen en Fátima: la difusión de la práctica de la comunión reparadora de los cinco primeros sábados de mes. Para comprender mejor la trascendencia del solemne acto pontificio ofrecemos a nuestros lectores un conjunto de artículos. Entre ellos los del padre David Francisquini publicados en la revista “Catolicismo” en julio y agosto de 2020. Es decir, escritos un año y medio antes que el Santo Padre manifestara su disposición de consagrar a Rusia al Corazón Inmaculado de la Virgen. En Jesús y María, El Director
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¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará! |
El hurto por hambre no es lícito El sétimo mandamiento («no robarás») siempre fue motivo de peligrosas diluciones que se apartaban de la recta interpretación, motivo por el cual los Papas tuvieron que intervenir censurándolas, como lo hizo el Beato Inocencio XI con los tres errores que a continuación enuncia y condena... | |
No puede tener a Dios por Padre, quien no tenga a la Iglesia por Madre Perfectamente conocéis los innumerables y en verdad funestísimos daños que redundan en la sociedad cristiana y civil del pestífero error del indiferentismo. De aquí proviene el abandono casi total de las obligaciones para con Dios en quien “vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17, 28)... | |
¿Cómo tratar a las mascotas? Quisiera saber qué dice la doctrina católica a respecto de la ropa para mascotas. ¿Se puede? ¿O es algo sin sentido? Agradezco desde ya su aclaración... | |
La fecundidad de la vida urbana medieval Si algún día, querido lector, por la gracia de Dios, fuéramos conducidos por nuestro ángel de la guarda en un largo viaje al pasado, y acabáramos desembarcando en una ciudad europea del año 1200, nos encontraríamos ante un escenario imposible de ser imaginado por los hombres de nuestro siglo en toda su belleza y variedad... | |
¡Ay de quien se olvida y se aleja de Dios! A todos los magistrados y cónsules, jueces y gobernantes de toda la tierra y a todos los demás a quienes lleguen estas letras, el hermano Francisco, vuestro pequeñuelo y despreciable siervo en el Señor Dios, os desea a todos vosotros salud y paz... |
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