Verdades Olvidadas El sacrificio indispensable

“El reino de los cielos se parece a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra” (Mt 13, 45-46)

No le es dado a cualquiera ejercer el duro oficio de pescador de perlas. Las complexiones fuertes son capaces de resistir la presión del agua y las agresiones de los pulpos, para bajar al fondo del mar y recoger las albísimas perlas que buscan. Pero los organismos débiles se sienten asfixiados cuando se adentran un poco más en las verdes aguas del océano, y se ven forzados a retirarse con las manos vacías, para respirar la brisa amena y retornar a las presiones débiles, lejos de las cuales son incapaces de vivir.

Del mismo modo, ciertas almas son capaces de adentrarse en los más serios pensamientos, donde van en busca de la inestimable perla de la verdad. Otras, sin embargo, se sienten asfixiadas cuando las ideas se vuelven un poco más densas, e inmediatamente retroceden con las manos vacías a la banalidad estéril, el único ambiente que pueden soportar.

El sacrificio que se exige a la generación actual no es el de la sangre; la muerte no es el supremo peligro al que tiene que enfrentarse el joven de hoy, sino la vida misma. No es ya el momento de que los creyentes atestigüen su fe con el testimonio sangriento del martirio. Lo que la Iglesia pide a sus fieles es el testimonio de una vida ejemplar, el sacrificio generoso de toda nuestra personalidad a la gran causa por la que debemos luchar.

Este sacrificio es el de los bienes temporales; es el sacrificio del tiempo dedicado al apostolado cuando podría emplearse en la búsqueda del dinero; es el sacrificio de las actitudes adoptadas para salvar las almas, en detrimento de la reputación social, de las relaciones más queridas de familia o de amistad, de las simpatías más preciosas.

Este sacrificio es, sobre todo, el del alma que se purifica con la práctica de la virtud, que se inmola en el sufrimiento interior, que sube espontáneamente al altar de las pruebas espirituales más dolorosas, con aquella resolución magnánima con la que los primeros cristianos avanzaban hacia el martirio. El mundo actual se ha perdido por el pecado, y únicamente a través de la virtud puede ser redimido. A los ojos de Dios, la más útil de las obras apostólicas no vale nada cuando el apóstol lleva en su alma ese mismo espíritu del mundo que pretende combatir con sus acciones.

 

Plinio Corrêa de Oliveira, “O Legionário”, nº 173, 9 de junio de 1935.

Palabras del Director Nº 256 – Abril de 2023 – Año XXII Mañana de la Resurrección
Mañana de la Resurrección
Palabras del Director Nº 256 – Abril de 2023 – Año XXII



Tesoros de la Fe N°256 abril 2023


La Resurrección Magno suceso ante el cual toda rodilla se dobla
Abril de 2023 – Año XXII El sacrificio indispensable Mañana de la Resurrección Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor ¿La definición de “Madre de Dios” va más allá de la letra del dogma proclamado en Éfeso? El encanto del espíritu veneciano



 Artículos relacionados
San Conrado de Parzham En el valle del Rottal, en la pequeña ciudad de Parzham (entonces en el reino de Baviera, actual Alemania), vivía a principios del siglo XIX un piadoso agricultor, Bartolomé Birndorfer...

Leer artículo

San Nuno de Santa María Nacido el 24 de junio de 1360 en Palacio do Bonjardim o Flor da Rosa, Nuno era hijo de don Álvaro Gonçalves Pereira, caballero de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén y Prior de Crato, y de doña Iria Gonçalves de Carvalhal, doncella de la Corte...

Leer artículo

Sobre el uso del agua bendita Entre los sacramentales, el agua bendita ocupa un lugar destacado. El uso del agua como medio de purificación ha estado presente desde los albores del pueblo elegido...

Leer artículo

La encíclica Humanæ Vitæ y la revolución sexual El año pasado, la Iglesia celebró el 50º aniversario de la publicación de la encíclica Humanæ Vitæ (sobre la vida humana), del Papa Paulo VI, lanzada en el contexto de la revolución sexual de mediados de los años sesenta...

Leer artículo

El pan nuestro de cada día A diversos títulos el pan puede ser considerado el alimento por excelencia. En muchos lugares es la base de la alimentación. Por eso rezamos: “Danos hoy nuestro pan de cada día”, aunque ahí el vocablo signifique el alimento en general. Mucho más significativo es el hecho...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino