La solemnidad de la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, según el calendario litúrgico, tiene lugar el día 2 de noviembre de cada año. Se originó entre los benedictinos cuando el célebre abad de Cluny, San Odilón, dispuso en el año 998 que al día siguiente de la Festividad de Todos los Santos se oficiara una misa en sufragio de las almas de los benefactores de la Orden. Con el tiempo dicha práctica se fue extendiendo a otros lugares de Francia, hasta que Roma la hiciera suya, con lo cual adquirió finalmente un carácter universal. «El día escogido —comenta el benedictino español Fray Justo Pérez de Urgel— fue este que sigue a la festividad de Todos los Santos, para de este modo ofrecer el homenaje de nuestro recuerdo a esas dos muchedumbres de hermanos nuestros que se llaman la Iglesia Triunfante y la Iglesia Purgante». Mientras que en una festividad la Santa Iglesia recuerda a todas las personas —canonizadas o no— que gozan ya de Dios, al día siguiente lo hace con todos aquellos hijos suyos que han dejado este mundo, pero que aún no han sido admitidos en la gloria celestial, pues necesitan expiar por sus faltas en el purgatorio. Sobre el particular, que tanto interés despierta, presentamos en este número dos importantes contribuciones. La primera en la formativa sección La Palabra del Sacerdote, donde Monseñor Villac responde a la siguiente interrogación: «¿Las almas de los muertos pueden comunicarse con los vivos?» Y la segunda en la sección ¿Por qué llora Nuestra Señora?, bajo el título de: «Prohíben rezar por los difuntos». Deseándoles como siempre una buena y reconfortante lectura, me despido hasta el mes próximo. En Jesús y María, El Director
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![]() ¿Las almas de los muertos pueden comunicarse con los vivos? |
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Grande y misteriosa cosa es la herencia “Grande y misteriosa cosa que es la herencia, es decir, el paso a lo largo de una estirpe, perpetuándose de generación en generación, de un rico conjunto de bienes materiales y espirituales, la continuidad de un mismo tipo físico y moral que se conserva de padre a hijo, la tradición que a... |
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Bienes del alma en la vida popular Si bien la intención del escultor haya sido la de representar a gente del campo de Judea, en la época del nacimiento de Nuestro Señor, andrajosa, como muchas veces lo eran los pastores en Oriente, no obstante, los tipos humanos, las fisonomías, los gestos y los modos de ser que plasmó en su obra corresponden a personas del ambiente que rodeaba al artista... |
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Una puerta abierta, que nadie puede cerrar Nuestra Señora es la Medianera de todas las gracias. Querer rezar sin su intercesión es lo mismo que pretender volar sin alas, dice Dante. Pensar que Ella es como un obstáculo para unirnos con su Divino Hijo es una tontería... |
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Como es el pueblo, es el sacerdote Sicut populus sic sacerdos, ha dicho con profundo pensamiento el profeta Joel: como es el pueblo es el sacerdote. O dicho de otra manera: el sacerdote es el exponente de la piedad y de la cultura de un pueblo... |
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Para qué fuimos creados El cuerpo me dice qué soy, pero no quién soy. El quién es propio del alma. El cuerpo me dice que estoy hecho de carbono, oxígeno, nitrógeno, calcio, hierro, etc. Pero la personalidad, la simpatía, la cordialidad, la amabilidad, la sinceridad, el orgullo, la soberbia, la mentira, el odio, la venganza, son defectos y virtudes espirituales... |
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