Un hecho altamente simbólico marca la historia de este famoso edificio gótico Plinio Corrêa de Oliveira
LA CATEDRAL DE REIMS está tan cargada de historia que es difícil tejer sobre ella apenas un comentario. Hasta el reinado de Luis XVI, fue el templo donde los reyes de Francia eran consagrados. Hubo una especie de consagración póstuma [póstuma para Reims, no para Carlos X] del rey Carlos X, hermano de Luis XVI, que reinó después de la Revolución Francesa. Esta catedral francesa se convirtió en un símbolo del arte gótico, junto a la Catedral de Notre Dame de París. Las consagraciones de los reyes de Francia que se realizaron en Reims fueron las fiestas más características y simbólicas de la gloria y de la pompa de la Edad Media. El rey de Francia era apodado Rex Cristianíssimus (Rey Cristianísimo) y su consagración transcurría en una ceremonia que suscitaba el máximo interés en Europa entera. Un hecho simbólico, que siempre me impresionó, ocurrió en Reims. Las iglesias góticas ostentan estatuas e imágenes en su exterior, pero durante la Revolución Francesa ellas habían sido decapitadas.
Previamente a la coronación del rey Carlos X, y a fin de que la consagración no ocurriese en la triste condición de ver esas imágenes decapitadas, hicieron cabezas de piedra y las colocaron en las imágenes. Sin embargo la restauración monárquica de Carlos X no fue una verdadera Restauración. Él mantuvo muchos aspectos pésimos de la Revolución Francesa. Entonces, se aplicaba a él el dicho magnífico de Joseph de Maistre en una correspondencia con el rey de Cerdeña: "Majestad, después de la caída de Napoleón, todo fue repuesto, nada restaurado". Cuando el cortejo de Carlos X llegaba a la catedral de Reims, los cañones comenzaron a tronar. Sin embargo, a medida que los estampidos de los cañones iban retumbando, las cabezas de las imágenes iban cayendo… Simbólicamente, "todo había sido repuesto, nada restaurado".
Fue un modo elocuente con que la Providencia manifestó la fatuidad de la obra que se estaba emprendiendo. El hecho simbólico hizo patente la inutilidad de todos los esfuerzos de los buenos que no son radicales, completos y de índole profundamente religiosa. Sin esto, toda obra es estéril e inútil. Debemos convencernos de que la restauración de la civilización cristiana sólo puede llevarse a cabo de modo durable si fuera enteramente radical y profundamente religiosa.
|
![]() El “cuarto vidente” Un protagonista clave de Fátima |
![]() |
San José, Patrono de la Iglesia Esta fue la mejor estampa de San José que conocí en mi vida. Se trata claramente de una pintura ejecutada por alguien que interpretó bien el papel de San José, y que lo supo expresar en una obra artística de buena calidad... |
![]() |
El Huerto de los Olivos Hay un principio que la piedad católica admite como verdadero: cuando en cierto lugar ocurre algo muy sagrado, de algún modo aquel lugar se vuelve también sagrado. Un ejemplo supremo: el Huerto de los Olivos, el lugar sagrado donde transcurrió la Agonía de Nuestro Señor Jesucristo... |
![]() |
“Jerusalén, Jerusalén…” Una concepción antiigualitaria del universo nos muestra como éste es una verdadera corte llena de nobles desiguales: unos son más nobles porque tienen más nobleza en su ser y otros son menos nobles... |
![]() |
Suntuosidad y amor a los pobres en la doctrina católica LA REVOLUCIÓN ANTICRISTIANA es eximia en deformar a los ojos de la posteridad la verdadera fisonomía moral de los santos... |
![]() |
Amor y Temor en la Piedad Cristiana Según la enseñanza de la Iglesia, el amor y el temor de Dios son virtudes. Y como entre las virtudes no puede haber antagonismo ni contradicción, ni el amor excluye el temor, ni el temor excluye el amor. Ambas virtudes son esenciales para la salvación... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino