San Juan Bosco
Jesús, conociendo la maldad de su corazón, les contestó: “¡Hipócritas!, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí’. Observáis las tradiciones de los hombres lavándoos las manos y los vasos, y no observáis los Mandamientos divinos. Dijo Dios por Moisés: ‘Honra a tus padres’; el que maldijere a su padre o a su madre, será castigado de muerte. Pero vosotros enseñáis que quien ofrece al Templo lo destinado al sustento de sus padres, cumple este mandamiento. De esta suerte, por vuestra avaricia, violáis los preceptos de Dios”. Y vuelto a la muchedumbre, dijo: “Escuchad y comprended: No mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que de ella sale; porque del corazón y de la boca proceden los malos pensamientos, los homicidios, los hurtos, la avaricia, las maldades, los fraudes, los falsos testimonios, las impurezas, la soberbia y las blasfemias; cosas todas que hacen inmundo al hombre y dan muerte al alma, y no el comer sin haberse lavado antes las manos”. En otra ocasión le preguntaron los fariseos: “Maestro, ¿es lícito o no, pagar el tributo al César?” Creían que diría que no, y por esto pensaban acusarle como enemigo del César, esto es, del emperador romano.
Conociendo Jesús su malicia contestó: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda con que pagáis el tributo”. Se la presentaron. Y Jesús dijo: “¿Qué imagen se representa en esa moneda?”. “El César”, le contestaron. “Pues si es así —concluyó Jesús—, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Los fariseos se callaron. Otras muchas veces intentaron sorprenderle en sus palabras, pero quedaron siempre vergonzosamente confundidos ♦
* En los tiempos del Salvador cuatro sectas dominaban entre los judíos. La de los saduceos, llamados así por Sadoc, del cual se consideraban discípulos. Negaban la inmortalidad del alma, la resurrección de los muertos, la existencia del espíritu y otras muchas verdades. La de los fariseos, que hacían consistir toda su piedad en ostentación exterior, creyendo lícita toda maldad con tal se hiciese en secreto. Una parte de los judíos de nuestros días sigue aún la doctrina de los fariseos. A los escribas estaba encomendado escribir la ley, interpretarla y explicársela al pueblo. La mayor parte eran fariseos. La de los herodianos, los cuales creían que era necesario someterse al dominio de los romanos, y se podían seguir las prácticas paganas. Y por último, la de los esenios, que practicaban algunas virtudes, pero negaban la resurrección de los cuerpos.
|
![]() Nuestra Señora de Laus Un llamado a la frecuencia de los sacramentos |
![]() |
San Andrés El ilustre abad de Solesmes, en Francia, Dom Próspero Guéranger, comenta que normalmente la fiesta de san Andrés, el día 30 de noviembre, es celebrada el primer domingo del tiempo de Adviento, comienzo del nuevo año litúrgico... |
![]() |
Movilidad católica y estancamiento pagano Hasta un espíritu práctico y tecnológico es capaz de impresionarse ante aquellas grandezas pasadas, sugeridas por las ruinas contemplativas... |
![]() |
El Milagro del Sol:Un testigo presencial Llegó el 13 de octubre , llovía. Aparece un claro y vamos para allá. A medio camino el agua vino con fuerza y llegó al punto de que no había mantas ni sombreros que le hicieran frente. Pero nadie se desanimaba. Todos avanzaban... |
![]() |
¿Es lícito el matrimonio de un católico con alguien que no lo es? Para recibir la gracia sacramental del matrimonio no es necesario tener la intención expresa de recibir un sacramento; basta la intención de contraer un casamiento válido. Sin embargo, el matrimonio es un sacramento de los vivos, es decir, debe ser recibido en estado de gracia santificante, y quien se casa en estado de pecado mortal puede estar haciéndolo válidamente, aunque comete un sacrilegio... |
![]() |
Homenaje a Plinio Corrêa de Oliveira Cuando me sentí llamado por Dios al ministerio sacerdotal, encontré en el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira un estímulo inquebrantable para perseverar en ese sublime ideal. Ya lo seguía de cerca, impresionado y quizás cautivado, admirando desde entonces su espíritu católico, observando que todas las fibras de su alma estaban vueltas hacia Dios... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino