Estimados amigos: Un peligro que se cierne en nuestros días sobre la familia es expuesto en la presente edición como Tema del Mes. El término con que él se define, deconstrucción, así como sus respectivas ideas erróneas, están siendo ampliamente difundidas por los medios de comunicación, universidades y círculos de avanzada. En consecuencia, valores religiosos, verdades inalterables, instituciones y costumbres son “deconstruidos”. Esta deconstrucción se enmarca en un proceso multisecular de disgregación, descrito por Plinio Corrêa de Oliveira en su obra “Revolución y Contra-Revolución”. A partir de finales del siglo XIX, se desarrolló una escuela filosófica según la cual lo más importante del ser humano no sería su esencia —es decir, su unidad, verdad, bondad y belleza— sino su existencia. Esta corriente, llamada existencialista, viene produciendo una paulatina disminución de la importancia atribuida a las cualidades objetivas del ser, que son sustituidas por una creciente valorización de las experiencias individuales, sin vínculos con la Ley natural y el bien común. En las décadas de 1950-60, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir —marxistas confesos, promotores de desvíos morales— se irguieron como “profetas” del existencialismo, cuyos factores de demolición, disgregación y destrucción, apuntan especialmente a la familia, blanco preferencial de esta deconstrucción. A partir del momento en que la célula básica de la sociedad deja de cumplir sus fines específicos, se multiplican los flagelos sociales: caída de la población, delincuencia juvenil y consumo de estupefacientes; consecuencias desastrosas de este proceso, que viene debilitando a la sociedad postmoderna. Sin embargo, al otro lado del túnel de confusión e inversión de valores en que nos encontramos existe una luz. Esa luz es la luz de Fátima. Depositemos, pues, toda nuestra confianza en María Santísima que en 1917 prometió la victoria de la Cristiandad. En Jesús y María, El Director
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![]() Defendamos la Familia Ante una insidiosa trama para destruirla |
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María Santísima, la vía más rápida, corta y segura para llegar a Dios Visión panorámica de los privilegios de la Santa Madre de Dios, de sus prefiguras en el Antiguo Testamento y de su culto en el Nuevo Testamento. Consideraciones sobre el papel de la Virgen Santísima en la piedad católica, con el fin de hacerla más conocida... |
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Refinamiento y dulzura de vivir Civilización implica la búsqueda del progreso rumbo a lo más elevado, a lo más bello, a lo más adecuado, a lo que esté más conforme con el orden establecido por Dios en el universo... |
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El don de la filiación divina La verdad de la filiación divina en Cristo, que es intrínsecamente sobrenatural, es la síntesis de toda la revelación divina. La filiación divina es siempre un don gratuito de la gracia, el don más sublime de Dios para la humanidad... |
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¿Por qué existe el mal? Uno de los problemas que más angustiaron a la humanidad en todos los tiempos, y que solo encuentra una solución satisfactoria con el Cristianismo, es el de la existencia del mal. ¿De dónde procede el mal? ¿Cómo pueden la bondad y la omnipotencia de Dios conciliarse con la existencia del mal? ¿Si Dios podía impedir el mal y no lo quiso impedir, dónde está su bondad? ¿Y si Dios quería impedir el mal y no puede, dónde está su omnipotencia? En ambos casos, ¿dónde está su Providencia?... |
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Instituciones altamente aristocráticas Habrá sorprendido a más de uno cuando el augusto pontífice Pío XII, en un discurso a la nobleza romana (16-1-1946), afirmó que todos los pueblos, sin exceptuar los democráticos, deben tener instituciones altamente aristocráticas: “De ahí que en todos los pueblos civilizados existan y tengan influencia instituciones eminentemente aristocráticas en el sentido más alto de la palabra, como son algunas academias de vasto y bien merecido renombre... |
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