“En ningún momento dejó, divinamente, de confesar la fe” Plinio Corrêa de Oliveira En esta pintura de Giotto,* Nuestro Señor Jesucristo, con las manos atadas, destaca en el recinto donde Caifás se presenta como autoridad. El Sumo Sacerdote (sentado a la izquierda) está sobre un estrado de dos escalones y, a su alrededor, hay un gran alboroto. Varios personajes hablan, se mueven y Caifás se manifiesta enojado y agitado. Se puede ver que todos están deseando encontrar una manera de arrancar del Sumo Sacerdote una palabra que justifique la condenación de Jesucristo. Pero tiene dificultades para conseguirlo. Nuestro Señor, por el contrario, aparece tranquilo, sereno, sin expresar odio. Pero sin abdicar en ningún momento de su dignidad divina; y confesando valientemente la fe. Debido a esa firme actitud —y Él sabía eso— sucedería que sus tormentos aumentarían notablemente hasta el suplicio final en lo alto del Calvario. Sin embargo en ningún momento dejó, divinamente, de confesar la fe.
* Fresco de la Cappella degli Scrovegni (capilla de los Scrovegni) en Padua; pintado entre 1304 y 1306 por el célebre artista italiano de la época medieval Giotto di Bondone (1267-1337).
|
La Guerra Invisible Todo lo que un católico necesita saber en nuestros días para defenderse de la acción diabólica |
|
Pedro esta aquí TÚ ERES PEDRO, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18)... |
|
Santa María Mazzarello María Dominga Mazzarello nació en Mornese (norte de Italia), el día 9 de mayo de 1837, siendo la mayor de los diez hijos de José y María Magdalena Mazzarello... |
|
La genuflexión ante el Santísimo Sacramento La vida civil y social —y no digamos la militar o deportiva— está llena de signos de veneración. Y, ¿cómo no vamos a venerar también con el cuerpo a Jesús Sacramentado?... |
|
La Comunión Reparadora de los primeros sábados Esta última devoción vino a pedirla formalmente, apareciéndose a la hermana Lucía el 10 de diciembre de 1925... |
|
Aspectos nobles y grandiosos de la noche Un modo trivial de considerar las horas del día es de acuerdo con las necesidades de nuestro cuerpo, y así se dice comúnmente que la mañana es la hora en que las personas se levantan y inician su trabajo; el mediodía, aproximadamente la hora en que almorzamos; y en la noche se duerme, se descansa... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino