Estimados amigos: A lo largo de la historia, notables milagros eucarísticos han confirmado el dogma de la transubstanciación. En el momento de la Consagración, la parte más importante de la Misa, se renueva de forma incruenta el sacrificio del Calvario. Mediante las palabras sacramentales pronunciadas por el sacerdote, el pan de trigo y el vino de uva se convierten en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El sublime misterio de la Eucaristía trasciende nuestra pobre inteligencia. Nuestros ojos solamente ven el pan y el vino, pero tenemos la certeza de la presencia sacramental de Jesucristo en la Sagrada Hostia, porque para Dios nada es imposible. Creemos en el misterio de la transubstanciación, porque la fe nos lleva a creer en Dios y en todas las cosas que hace. Como predicaba San Pablo, “la fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve. Por ella son recordados los antiguos. Por la fe sabemos que el universo fue configurado por la palabra de Dios, de manera que lo visible procede de lo invisible” (Hb 11,1-3). Por compasión y misericordia hacia los hombres, Dios nos ayuda a fortalecer nuestra fe, porque a veces —como el apóstol santo Tomás— necesitamos “ver para creer”. Así, en algunas ocasiones especiales, el Hombre Dios opera portentosos milagros, revelándose real y sustancialmente presente en las especies consagradas. Portentos que, en medio del caos y del agnosticismo que impera en el mundo contemporáneo, no han cesado. Hoy nos complace ofrecer a nuestros lectores un artículo de Luis Dufaur con datos históricos sobre estos hechos milagrosos. El autor recoge casos que han tenido lugar desde el siglo VIII hasta nuestros días. Nosotros hemos seleccionado aquellos que confirman de la forma más prodigiosa la Presencia Real en la Sagrada Eucaristía. En Jesús y María, El Director
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![]() Milagros Eucarísticos Confirman la presencia de Nuestro Señor Jesucristo |
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San Andrés Corsini Nicola y Peregrina pertenecían a la noble y antigua familia florentina de los Corsini. A fuerza de oraciones y promesas, obtuvieron del cielo un hijo, que consagraron a la Virgen en el convento de los carmelitas... |
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¿De qué tratan la herejía arriana y la Teología de la Liberación? Quedaría muy agradecido si Ud. me explicara de qué tratan la herejía arriana y la Teología de la Liberación, señaladas por la revista en varias ocasiones como enemigas de una sana doctrina católica... |
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Cremación: indicio de la actual descristianización Georges D. se había jubilado, gozaba de una buena pensión y poseía una atrayente cultura. Buen observador, su acuidad penetraba la realidad de los acontecimientos, la degustaba, y, al narrarla, integraba a sus interlocutores en la escena descrita. Quien lo oía tenía la impresión de haber participado en el evento narrado... |
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Conversar con Dios es tarea fácil y agradable Hemos dicho que es grande error manifestar desconfianza en nuestras relaciones con Dios y comparecer siempre ante su divino acatamiento como aparece en la presencia de su señor el esclavo tímido y vergonzoso, temblando de miedo. Pero todavía el error es mucho mayor si creemos que el conversar con Dios causa tedio y amargura... |
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Todos somos un poco ateos Como Dios nos hizo grandes y quiso que dominásemos la creación entera, sigue halagándonos la más vieja de las tentaciones: ser como Dios... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino