Esta edición estaba prácticamente lista para entrar en prensa, cuando sobrevino el luctuoso terremoto de Sendai seguido del devastador tsunami que han conmovido al mundo. Las escenas dramáticas transmitidas por los medios de comunicación, sumadas a la alerta nuclear, traen nuevamente a la mente las profecías de Fátima. Pero han revivido también las solemnes advertencias de la Madre de Dios al clero y a la humanidad, pronunciadas en 1973, precisamente en la región septentrional de Tohoku, en el Japón, donde se encuentran las ciudades de Akita y Sendai. En aquel año la Virgen María se manifestó a la hermana Agnes Katsuko Sasagawa, en el convento de las Siervas de la Santísima Eucaristía en Yuzawadai, en los alrededores de Akita. En abril de 1984, después de una exhaustiva investigación, el obispo de Niihata declaró que tales acontecimientos eran de origen sobrenatural, autorizando el culto a Nuestra Señora de Akita. Posteriormente, en junio de 1988, el Cardenal Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió el juicio definitivo sobre dichos sucesos y mensajes, declarándolos dignos y merecedores de fe. Nos comprometemos a proporcionarles un amplio reportaje sobre este importante tema en nuestro próximo número. «Si los hombres no se arrepienten y se mejoran —dijo la Madre de Dios en Akita—, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad». A pesar de todo, la Santísima Virgen termina con esta consoladora promesa: «Aquellos que ponen su confianza en mí se salvarán». En esta Semana Santa, unámonos especialmente a Jesús Crucificado y a nuestra Madre Dolorosa, ofreciéndoles nuestras oraciones y sacrificios, acompañados de una conversión sincera y definitiva. Que así sea. En Jesús y María, El Director
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Semana Santa en Sevilla |
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El martirio de María ES CIERTO QUE cuanto más se ama una cosa, tanto más se siente la pena de perderla. La muerte de un hermano causa más aflicción que la muerte de un jumento, la de un hijo más que la de un amigo. Para comprender, pues, dice Cornelio Alápide cuán vehemente fue el dolor de María en la muerte de su Hijo, era preciso comprender cuánto era el amor que le tenía; pero ¿quién podrá medir este amor?... |
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San Andrés Corsini Nicola y Peregrina pertenecían a la noble y antigua familia florentina de los Corsini. A fuerza de oraciones y promesas, obtuvieron del cielo un hijo, que consagraron a la Virgen en el convento de los carmelitas... |
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El Paraíso Celestial Luego que el alma haya entrado en el gozo del Señor, se verá libre de toda aflicción... |
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La transfiguración de Jesucristo Cierto día, El Redentor condujo a Pedro, Santiago y Juan sobre el Tabor, que es un monte alto de Palestina. Sobre este monte y en presencia de dichos apóstoles, se transfiguró de tal modo que su semblante resplandecía como el sol y sus vestiduras quedaron blancas como la nieve... |
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Sacando de una ruina un monumento, de una costumbre una institución Las grandes polémicas, que caracterizaron tanto la historia del siglo XIX, conservan en general, por la elevación de sus temas, por la fuerza de su pensamiento, por la distinción de su lenguaje, algo de la nobleza de la sociedad europea anterior a la Revolución... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino