La “ideología de género” pretende desconocer las diferencias naturales entre los sexos y atribuirlas a la cultura, al medio ambiente y a la evolución de la materia, según criterios análogos a los marxistas. Luis Dufaur Un experimento con seres humanos cruelmente fracasado hizo patente el error de la “ideología de género” hace ya algunos años, pero los medios de comunicación lo silenciaron.
En el punto de partida del caso estuvo el Dr. John William Money (1921-2006), psicólogo de la Johns Hopkins University de Baltimore, EE. UU. Él ejerció una influencia decisiva para forjar esa teoría antinatural y, ya en la década de los sesenta, pretendía haber demostrado que la sexualidad depende más de la educación que de la morfología humana. Money era tenido como un gurú de la sexualidad y se hacía llamar “misionero del sexo”. Defendía los matrimonios “abiertos” para los amantes con consentimiento mutuo; estimulaba el sexo grupal y bisexual, además de que parecía tolerar el incesto y la pedofilia. Money escogió a dos bebés gemelos como conejillos de indias humanos: Bruce y Brian Reimer, ambos del sexo masculino. El ideólogo aprovechó un problema de salud de Bruce para darle —mediante cirugía plástica y con el consentimiento de los padres— un cuerpo con apariencia femenina. Bruce pasó a ser la niña “Brenda”. Meses antes, en 1966, los padres de Brian y Bruce habían visto en la televisión una entrevista al Dr. John Money hablando sobre las operaciones de cambio de sexo en transexuales. Imaginando que tal idea podría ser apropiada para el problema de Bruce, buscaron al ideólogo, que inmediatamente recomendó un cambio quirúrgico de sexo. Bruce fue castrado a los 22 meses y el Dr. Money mandó criarlo como una niña, sin que se le cuente jamás lo sucedido. Los Reimer siguieron al pie de la letra las instrucciones del Dr. Money, pero “Brenda” rompió su primer vestido poco antes de cumplir los dos años de edad y pasó a ser rechazado en la escuela, donde manifestó extrañas “tendencias lesbianas”, a pesar de las hormonas que le obligaban a tomar. Mientras la familia vivía afligida, Money proclamaba en artículos científicos que su experimento era un éxito rotundo. La revista Time afirmaba que “este caso constituye un apoyo férreo a la mayor de las batallas por la liberación de la mujer”. Money hacía sesiones de “psicoterapia” profundamente traumáticas para los gemelos. Les mostraba fotografías de sexo explícito y habría sugerido a los niños que se desvistan y escenifiquen posiciones de actos sexuales. En “por lo menos una ocasión”, el Dr. Money sacó una “fotografía” de los dos niños en tales posturas. La madre se sentía culpable e intentó el suicidio, el padre desarrolló un cuadro de alcoholismo grave y Brian comenzó a usar drogas y cometer crímenes al llegar a la adolescencia.
Bruce, (a) “Brenda”, quedó destruido por las interminables sesiones psiquiátricas y por la medicación con estrógenos. A los trece años de edad, dijo que se suicidaría si sus padres lo llevaban a ver nuevamente al Dr. Money. La familia interrumpió el “tratamiento” y el Dr. Money no publicó nada más sobre el caso. Pero tampoco informó al público del fracaso y continuó dando a entender que había tenido éxito, hasta que un investigador rival, el Dr. Milton Diamond, de la Universidad de Hawai, reconstruyó la verdad y publicó un artículo en los Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Otro psiquiatra sugirió decirle toda la verdad a “Brenda”, que quedó súbitamente aliviado. “Yo no estaba loco”, exultó. “Brenda” intentó recomponer su vida por medio de cirugías y tratamientos hormonales y adoptó un nuevo nombre: “David”. Después supo que su caso era mundialmente comentado en artículos y libros de teoría médica y psicológica a favor del “éxito” de la doctrina Money. El año 2002, Brian, que padecía de esquizofrenia, se suicidó al ingerir una sobredosis de antidepresivos.
David nunca pudo superarse del trauma y en mayo de 2004 también cometió suicidio dándose un tiro en la cabeza; tenía 38 años. Fue enterrado en el cementerio Saint Vital, en Winnipeg, Canadá. El monstruoso desenlace del experimento con los gemelos Reimer no cambió la ceguera, que raya en el fanatismo, de los adeptos de esa ideología. El Dr. Money fue hasta su muerte profesor emérito de la Johns Hopkins University. Cuando tuvo lugar el suicidio de David Reimer, la prensa lo intentó entrevistar, pero él se negó a declarar. Sus ideas sobre la “ideología de género” continúan siendo divulgadas. Y están en la boca de los adeptos criollos que promueven un fracaso de los niños peruanos comparable al del infeliz Bruce —o “Brenda” y después “David”— Reimer ♦
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