Estimados amigos: La baja calidad de la enseñanza en nuestro país tarde o temprano nos pasará factura. Con las debidas excepciones, tanto en el ámbito particular como en el nacional, los penosos resultados que año tras año se observan en las diversas pruebas escolares exigen una seria reflexión de la sociedad. A los métodos de educación moderna que con bombos y platillos se fueron introduciendo gradualmente en los últimos decenios, se suma más recientemente tanto la propuesta de la enseñanza a distancia o de las aulas virtuales, casi generalizadas a raíz de la peste del Covid-19, como la introducción de nuevas tecnologías que en algunos casos han desplazado por completo los métodos tradicionales de aprendizaje. No hablemos de la formación moral y religiosa, tan combatida por el laicismo, arrinconada cuando no puesta de lado, siendo tan necesaria para el fortalecimiento de la familia y de la sociedad. Pero los fenómenos de disminución del interés de los niños y jóvenes por el estudio, del mal rendimiento, de la brusca caída de la comprensión lectora, la pérdida de la atención, etc., no son problemas que apenas afectan a los peruanos. Culturas tenidas como más avanzadas ya han comenzado a cuestionar e incluso a relegar muchos de aquellos métodos y tecnologías que en su momento encandilaron la vista de sociólogos y pedagogos. Tal es el caso de países europeos como Suecia —analizado en el Tema del Mes—, en donde las políticas gubernamentales han puesto el foco en la desdigitalización, el retorno a los libros impresos, la práctica de la caligrafía y la memorización, tan desdeñada en años pasados, como un paso importante para mejorar los estándares educativos. Deseándoles una grata y provechosa lectura, me despido encomendándome a sus oraciones. En Jesús y María, El Director
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![]() La escritura manual: imprescindible en el colegio Digitalización vs. enseñanza tradicional |
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La expiación de los pecados y el papel del mérito Todo pecado causa en el pecador doble estrago: mancha su alma y le hace merecedor del castigo... |
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Dios quiere que le hablemos familiarmente No salía de su asombro el santo Job al considerar con qué amorosa solicitud mira Dios por el bien del hombre. Parece que ha cifrado todo su deseo en amarle y en ser de él amado; por esto, hablando con Dios, exclamaba: ¿Qué es el hombre para que tú hagas de él tanto caso, o para que se ocupe de él tu corazón? (Job 7, 17)... |
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¡Ay de quien se olvida y se aleja de Dios! A todos los magistrados y cónsules, jueces y gobernantes de toda la tierra y a todos los demás a quienes lleguen estas letras, el hermano Francisco, vuestro pequeñuelo y despreciable siervo en el Señor Dios, os desea a todos vosotros salud y paz... |
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La genuflexión ante el Santísimo Sacramento La vida civil y social —y no digamos la militar o deportiva— está llena de signos de veneración. Y, ¿cómo no vamos a venerar también con el cuerpo a Jesús Sacramentado?... |
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La Virgen del Apocalipsis y los ángeles arcabuceros del Cusco Existe un magnífico séquito a los pies del trono de Dios, invisible a nuestros ojos. En él, la suprema jerarquía de los ángeles tiene su asiento en lo más alto de la corte celestial... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino