Verdades Olvidadas Verdadera y falsa derecha según el P. Garrigou-Lagrange, O.P.

Me preguntan, estimados señores, qué pienso de esta fórmula que a muchos les gusta utilizar hoy: “La Iglesia no está ni a la derecha ni a la izquierda”.

Personalmente, soy un hombre de derecha, y no veo por qué debería ocultarlo. Creo que muchos de los que utilizan la fórmula citada lo hacen porque dejan la derecha para inclinarse a la izquierda, y al tratar de evitar un exceso, caen en el exceso contrario, como ha ocurrido en Francia en los últimos años.

También creo que no hay que confundir la verdadera derecha con la falsa derecha, que defiende un orden falso y no el verdadero. Pero la verdadera derecha, que defiende el orden fundado en la justicia, parece ser un reflejo de lo que la Escritura llama la diestra de Dios cuando dice que Cristo está sentado a la diestra de su Padre y que los elegidos estarán a la diestra del Altísimo.

Es cierto que los derechos humanos no son infalibles, tienen sus exageraciones, por lo que la Iglesia debe, como se ha dicho, caminar unas veces con el pie derecho y otras con el izquierdo, para mantener el equilibrio y evitar excesos contrarios. Debe defender un orden fundado en la justicia, y no solo en la justicia conmutativa, sino en la justicia distributiva, en la justicia social, en la equidad atenta al espíritu de las leyes, fundada finalmente en la caridad. Se eleva así por encima de las preocupaciones humanas de los distintos partidos. 

 

* En 1938, el eminente sacerdote y teólogo dominico fray Réginald Garrigou-Lagrange —campeón de la lucha contra el Modernismo y la Nouvelle Théologie— visitó el local del periódico Legionário, dirigido por Plinio Corrêa de Oliveira, en São Paulo, Brasil. Era la época del apogeo de ciertos movimientos nacionalistas que se presentaban como de “derecha”. El líder católico brasileño formuló entonces una pregunta al teólogo francés, a la que este respondió por escrito: “¿Es la Iglesia de derecha o de izquierda?”.
Cf. Legionário, 11 de setiembre de 1938, p. 1.

Palabras del Director Nº 267 – Marzo de 2024 – Año XXIII La visita a los Monumentos
La visita a los Monumentos
Palabras del Director Nº 267 – Marzo de 2024 – Año XXIII



Tesoros de la Fe N°267 marzo 2024


La Semana Santa Cómo practicar la visita a los Monumentos
Marzo de 2024 – Año XXIII Verdadera y falsa derecha según el P. Garrigou-Lagrange, O.P. La visita a los Monumentos ¿A dónde y por dónde he de ir? Misión diplomática en Londres San Albino de Angers La traición de Judas Flevit super illam



 Artículos relacionados
La Navidad y la Civilización Cristiana Considerando los hechos en una extensa perspectiva histórica, el día de Navidad fue el primer día de vida de la civilización cristiana...

Leer artículo

Debemos ascender hasta Dios De la vida individual y social hay que ascender hasta Dios, causa primera y fundamento último, como Creador de la primera sociedad conyugal, fuente de la sociedad familiar, de la sociedad de los pueblos y de las naciones...

Leer artículo

La maternidad divina de María Algunos predicadores —como san Bernardino de Siena, el padre Monsabré, etc.— exaltando en demasía las glorias del sacerdocio, llegaron a decir que la dignidad del sacerdote es mayor que la de la Santísima Virgen...

Leer artículo

San Juan Gualberto La vida de san Juan Gualberto, que transcurrió en el siglo XI, fue escrita por el abad del monasterio de Strumi en 1092, un año antes de su canonización...

Leer artículo

San José de Calasanz ue con sorpresa que los habitantes del palacio del nobilísimo D. Pedro de Urgel, barón de Peralta de la Sal, en la católica España, vieron en 1561 a su hijo de cinco años de edad, corriendo por la casa armado con un puñal, que había tomado de la panoplia paterna, detrás de algo. ¿De qué? Se preguntaron a sí mismos...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino