Estimados amigos: Han transcurrido 200 meses desde que en enero del año 2002 apareció el primer número de Tesoros de la Fe. Desde entonces, sin interrupción, ella se difunde entre decenas de miles de ávidos lectores, dentro y fuera del país, tanto en su presentación impresa como en su versión online. Al ser empastadas, estas revistas se reúnen en algo más que cinco gruesos volúmenes y constituyen la base de una auténtica biblioteca católica. Con más de 1300 variadísimos temas, entre los cuales hay lecturas espirituales, devociones marianas, vidas de santos, consejos de un sacerdote, alertas para las familias, entrevistas de actualidad, etc. Es objetivo señalar que en estos diecisiete años de trabajo nuestra publicación ha progresado significativamente, gracias al apoyo de los miembros de la Alianza de Fátima, nuestros benefactores. Sin embargo, está en la esencia de algo bueno, que se pida más… Es lo que, siempre bajo los auspicios de la Santísima Virgen María, esperamos poder ofrecerles en los próximos meses. Sabemos que en muchos lugares se la aguarda mes a mes con gran expectativa, como en el caso de un seminario en la sierra peruana. Que es una fuente de inspiración para muchos jóvenes y para todos un consuelo en las pruebas que da la vida. Particularmente, cuando analizamos la dolorosa crisis que atraviesa nuestra Santa Madre Iglesia. Es significativo, el comentario de una lectora: “le doy infinitas gracias por el generoso envío de Tesoros de la Fe. Sus contenidos ayudan a conservarla, a aumentarla en tan bella forma. Recibirlo es un regalo en medio de la soledad y el olvido a los que no se está acostumbrada…”. Hemos querido consagrar una parte importante del presente número a homenajear al Prof. Plinio Corrêa de Oliveira (1908-1995), nuestro inspirador. De nuestra parte les agradecemos su adhesión y simpatía. Prometiéndoles esfuerzo y vigilancia, para defender y fortalecer el tesoro de nuestra fe. En Jesús y María, El Director
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Los rostros de la Virgen en el Perú Nuestra Señora del Santísimo Rosario |
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La dignidad sacerdotal La dignidad del sacerdote es tal, que, según la expresión de san Agustín,* el Hijo de Dios encarna en sus manos como en otro seno de la Virgen... |
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El precursor: San Juan Bautista CUANDO EL ÁNGEL anunció a María la sublime dignidad de ser la Madre de Dios, le dijo también que su prima Isabel daría a luz a un niño, destinado por Dios, para preparar a las gentes a recibir al Mesías... |
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El secreto de confesión amenazado En los últimos meses, noticias sobre abusos sexuales por miembros del clero ganaron una vez más gran destaque en la prensa. Las evidencias existen, aunque sean habitualmente acompañadas por exageraciones de los medios de comunicación... |
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Parad y ved No resistí. Era mi intención escribir sobre algún tema como la crisis interna de la Iglesia. Pero sentí que ni en mí, ni a mi alrededor, había condiciones para eso. Del fondo de mi alma subían los recuerdos armoniosos y distendidos de las Navidades de otrora... |
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¿Por qué Dios permite las calamidades? Muchas personas me han preguntado qué se debe pensar acerca de la tragedia causada por las tormentas en el estado brasileño de Rio Grande do Sul. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para responder no solo a esta pregunta, sino también a una cuestión más general: si permitir las catástrofes —que causan tanto sufrimiento a muchas personas— es compatible con la infinita bondad de Dios... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino