Palabras del Director Agosto de 2018 – Año XVII

Estimados amigos:

Han transcurrido 200 meses desde que en enero del año 2002 apareció el primer número de Tesoros de la Fe. Desde entonces, sin interrupción, ella se difunde entre decenas de miles de ávidos lectores, dentro y fuera del país, tanto en su presentación impresa como en su versión online. Al ser empastadas, estas revistas se reúnen en algo más que cinco gruesos volúmenes y constituyen la base de una auténtica biblioteca católica. Con más de 1300 variadísimos temas, entre los cuales hay lecturas espirituales, devociones marianas, vidas de santos, consejos de un sacerdote, alertas para las familias, entrevistas de actualidad, etc.

Es objetivo señalar que en estos diecisiete años de trabajo nuestra publicación ha progresado significativamente, gracias al apoyo de los miembros de la Alianza de Fátima, nuestros benefactores. Sin embargo, está en la esencia de algo bueno, que se pida más… Es lo que, siempre bajo los auspicios de la Santísima Virgen María, esperamos poder ofrecerles en los próximos meses.

Sabemos que en muchos lugares se la aguarda mes a mes con gran expectativa, como en el caso de un seminario en la sierra peruana. Que es una fuente de inspiración para muchos jóvenes y para todos un consuelo en las pruebas que da la vida. Particularmente, cuando analizamos la dolorosa crisis que atraviesa nuestra Santa Madre Iglesia.

Es significativo, el comentario de una lectora: “le doy infinitas gracias por el generoso envío de Tesoros de la Fe. Sus contenidos ayudan a conservarla, a aumentarla en tan bella forma. Recibirlo es un regalo en medio de la soledad y el olvido a los que no se está acostumbrada…”.

Hemos querido consagrar una parte importante del presente número a homenajear al Prof. Plinio Corrêa de Oliveira (1908-1995), nuestro inspirador.

De nuestra parte les agradecemos su adhesión y simpatía. Prometiéndoles esfuerzo y vigilancia, para defender y fortalecer el tesoro de nuestra fe.

En Jesús y María,

El Director

El intelectual filosofesco “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”
“Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”
El intelectual filosofesco



Tesoros de la Fe N°200 agosto 2018


Los rostros de la Virgen en el Perú Nuestra Señora del Santísimo Rosario
Agosto de 2018 – Año XVII “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom 5, 20) La familia, solución para la crisis contemporánea El carácter providencial en la obra de dos grandes santos Los rostros de la Virgen en el Perú San Luis Homenaje a Plinio Corrêa de Oliveira El intelectual filosofesco



 Artículos relacionados
La revolución sexual destruye la familia - III Con la presente entrega concluimos este estudio sobre la revolución sexual en curso. Veremos a continuación qué es lo que se esconde por detrás de la ideología de género, así como la concepción evolucionista de los llamados derechos humanos...

Leer artículo

El Sacramento del Matrimonio - II El Espíritu Santo es el espíritu de consejo y del entendimiento, que aclara la inteligencia de los jóvenes oscurecida por la sensualidad...

Leer artículo

Cristianismo y sabores Cuando Plinio Corrêa de Oliveira narraba los acontecimientos que tuvieron lugar en São Paulo a principios del siglo pasado —era el tiempo de su infancia—, nos llamaban especialmente la atención los hábitos sociales de aquella época...

Leer artículo

Sublime diálogo de almas Recíprocamente, nunca Dios amó tanto a una mera criatura. Y nunca un hijo amó tan plenamente, tan enteramente, tan desbordantemente a su madre...

Leer artículo

El hombre fue hecho para el cielo y no para esta tierra En verdad, dos cosas hay que resaltan hoy día en medio de la extrema perversidad de las costumbres: un infinito deseo de riquezas y una insaciable sed de placeres. De aquí, como de su fuente principal, dimanan la mancha y el baldón de este siglo, a saber, que mientras éste progresa constantemente en todo lo que entraña comodidad y bienestar para la vida, parece sin embargo retroceder miserablemente a las vergonzosas lacras de la antigüedad pagana en lo que es de mayor monta, es decir, en el deber de llevar una vida justa y honrada...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×