Estimados amigos: Se suceden, unas tras otras, denuncias de negociados y sobornos escandalosos allá y acullá que involucran a autoridades de todo nivel. Cuando creemos que ya está todo dicho, aparecen nuevos casos y nuevos implicados, incluso entre los previos fustigadores de la corrupción. Se proponen sanciones y soluciones, unas más drásticas que otras, pero ninguna será suficiente porque ellas omiten el problema de fondo: haber apartado de la vida pública y privada la Ley de Dios. Para reflexionar sobre este tema de candente actualidad, resultan luminosos y parecieran haber sido formulados ayer, los comentarios de Plinio Corrêa de Oliveira vertidos en una conferencia el 4 de diciembre de 1993. El añorado autor de “Nobleza y élites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y a la Nobleza romana”, analizaba en aquella ocasión una noticia proveniente de Italia que daba cuenta de la aprobación en el Parlamento de una ley que suprimía la pena de prisión sobre los políticos condenados por recibir contribuciones ilegales para sus campañas electorales. La norma fue aprobada en el Senado por 139 votos a favor y 19 en contra, después de haber sido votada en la Cámara de Diputados el mes anterior. La nueva legislación establecía, incluso con carácter retroactivo, que las contribuciones ilegales a las campañas políticas no constituyen delito, sino que apenas configuran una “falta”. Por lo tanto, los transgresores, ya no serían arrestados y apenas tendrán que pagar una multa. Sorprendía que para alcanzar semejante objetivo de impunidad, se habían unido representantes de las más enconadas tiendas políticas, reafirmando una vez más aquel dicho de que “entre bomberos no se pisan la manguera”. ¿Existe, entonces, una solución para enfrentar la corrupción? Acompañemos a continuación las valiosas consideraciones del pensador católico. En Jesús y María, El Director
|
Corrupción en la sociedad ¿Existe un remedio? |
|
Virgen Madre Aparecida: Reina y Patrona del Brasil La devoción a Nuestra Señora Aparecida echó raíces tan profundas en la psicología y en la religiosidad del pueblo brasileño que, en los momentos de crisis como el que vive actualmente, debe renovar su amor a la Patrona para fortalecer la fe auténtica y reencontrar su verdadera identidad nacional... |
|
Marsella: las iglesias están en peligro Marsella, ciudad con un rico patrimonio católico, ve cómo sus iglesias se deterioran bajo el peso del tiempo y de la indiferencia. Mientras que la basílica de Notre-Dame de la Garde, monumento emblemático de Marsella, se beneficia de una restauración de 2,47 millones de euros, no puede decirse lo mismo de los demás edificios religiosos de la ciudad... |
|
Fray Martín de la Caridad En una mañana de domingo, en la ciudad de Lima, el marqués Francisco Pizarro conversaba con algunos amigos después de haber asistido a la Santa Misa, cuando su palacio fue invadido por conspiradores que venían a vengarse de la energía con que reprimiera una revuelta en la que se habían visto envueltos... |
|
El hurto por hambre no es lícito El sétimo mandamiento («no robarás») siempre fue motivo de peligrosas diluciones que se apartaban de la recta interpretación, motivo por el cual los Papas tuvieron que intervenir censurándolas, como lo hizo el Beato Inocencio XI con los tres errores que a continuación enuncia y condena... |
|
Asociaciones religiosas de otrora Antes del Concilio Vaticano II, las parroquias estaban estructuradas de un modo muy diferente a lo que se ve hoy. Los católicos más fervorosos se reunían en asociaciones religiosas según su edad o devociones particulares... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino