Ambientes Costumbres Civilizaciones Carlos Martel

La plenitud de un guerrero y jefe noble

Plinio Corrêa de Oliveira

Carlos Martel en la Batalla de Poitiers (detalle), Charles de Steuben, 1834-37. Óleo sobre lienzo, Museo de la Historia de Francia, Versalles

Rusticidad y gravedad. Es lo que más percibo en este cuadro de Carlos Martel. Un hombre grave, profundamente serio, fuerte, estable, con elevación de horizontes, sin artificios y consecuente.

Si quisieran ponerle una capa suelta, lo primero que haría sería colocársela correctamente. Un hombre al que no se ataca de modo impune, que siempre está en condiciones de devolver el golpe. Un hombre que después de pensar y dejar madurar un plan, lo ejecuta implacablemente.

En el cuadro se le representa en la plenitud de un guerrero y jefe noble. Hay algo de superior en él que no proviene del hecho de su refinamiento; su superioridad radica en la elevada gravedad de su espíritu y en la fuerza de su personalidad.

Cuando monta a caballo, su pluma revolotea luchando contra el viento; su arma es una especie de pluma de metal y su yelmo puntiagudo. Su cuerpo está cubierto de hierros y de púas. Su postura es erguida, su mirada se dirige al frente. No teme a la verdad ni a ningún enemigo. Piensa de la misma manera en que marcha al combate. El caballo parece que formara parte de él.

Estando en casa, rodeado de sus comodidades y en su inofensividad, es concebible que se muestre algo relajado y distendido. Pero es una distensión, un pequeño alivio, un pequeño bienestar en una persona de gran seriedad y estabilidad. Es un hombre de una sola pieza y que tiene un único rumbo en la vida.

Un caballero consumado, hecho para liderar a sus súbditos. Los comanda en la guerra, los domina en la paz, establece el orden por doquier. Es verdaderamente un soldado de Cristo.

Al escuchar una narración de la Pasión de Jesucristo, Carlos Martel sería capaz de llorar; capaz de un amor tan tierno por Nuestro Señor que, volviendo de la guerra santa sería capaz de hacerse franciscano.

 

Carlos Martel (688-741) fue mayordomo de palacio de la monarquía merovingia —cargo habitual en dicha dinastía, iniciada por Clodoveo; también llamado prefecto de palacio— de 717 a 741 y duque de Austrasia. Fue el soberano de facto de los francos. Expandió su dominio sobre los tres reinos francos: Austrasia, Neustria y Borgoña. Vencedor de la batalla de Poitiers (732), una de las más importantes de la historia, pues salvó a Europa del expansionismo musulmán, que ya había conquistado la península Ibérica. Fundador de la dinastía carolingia, padre de Pipino el Breve y abuelo de Carlomagno. Recibió el título de Héroe de la Cristiandad de manos del Papa San Gregorio III.

San Gregorio Barbarigo Palabras del Director Nº 282 – Junio de 2025
Palabras del Director Nº 282 – Junio de 2025
San Gregorio Barbarigo



Tesoros de la Fe N°282 junio 2025


La venida del Espíritu Santo
Palabras del Director Nº 282 – Junio de 2025 El auténtico ecumenismo, según Pío IX Marsella: las iglesias están en peligro Mensaje al Papa León XIV con motivo de su elección La venida del Espíritu Santo Una pormenorizada narración de Pentecostés La fiesta de san Antonio San Gregorio Barbarigo Carlos Martel



 Artículos relacionados
El mar Vemos en esta ilustración un lindo espectáculo de la naturaleza, creado directamente por Dios: el litoral y el mar. Al fondo la enorme masa líquida que se mueve, y, al frente, la playa...

Leer artículo

Santa Gertrudis de Helfta Muy poco se sabe de la vida de santa Gertrudis. Los cinco libros de sus revelaciones nos ofrecen escasa información sobre su vida...

Leer artículo

El Castillo de Sant’Angelo En la ilustración principal, vemos el río Tíber en Roma, con el puente que lleva al castillo de Sant’Angelo...

Leer artículo

Penitencia, perdón y esperanza para un mundo devastado por el pecado Eco fiel del mensaje evangélico, las apariciones de la Santísima Virgen en Lourdes hacen resaltar de manera sorprendente el contraste que oponen los juicios de Dios a la vana sabiduría de este mundo...

Leer artículo

La cárcel de San Pedro y el triunfo de la Iglesia Una reciente restauración arqueológica en Roma presenta revelaciones más allá de toda expectativa sobre San Pedro y la Antigüedad pagana...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino

×