Plinio Corrêa de Oliveira Una bella fotografía. En ella observamos a un águila que se abalanza sobre algo que está más abajo. El ave de rapiña desciende en picada con todas sus fuerzas, el pico hacia delante, la mirada fija, las garras en una actitud a la vez agresiva pero vigilante, con la posibilidad de desviarse y luego atacar en mejores circunstancias. Es una combinación extraordinaria de capacidad de agresión y de defensa, de fuerza y de astucia. El águila es muy bella, con su hermoso plumaje, su pico y sus lindos ojos. Representa, sobre todo, la grandeza. Presente en tres elementos: En primer lugar, para el ataque que va a realizar, saca de sí todo lo que tiene. Da la impresión de una movilización total, en la cual los recursos de perspicacia, audacia, prudencia, firmeza y constancia no escapan a la capacidad de alterar sus planes. Todo confluye en un equilibrio extraordinario. Hay una grandeza en darlo todo por un fin determinado. Otro elemento de grandeza es no tener proporción con lo que se ataca. De modo que, cuando avanza, ataca con tal superioridad, tan por encima, que casi no deja al ente atacado la posibilidad de reaccionar. Agarra, destroza y emprende vuelo. ¡Esto es grandeza! Nada se le resiste. Nada tiene un impulso que se le oponga. El águila acaba arrebatándolo todo. Un tercer elemento de grandeza: el águila no guarda proporción con lo que intenta hacer. Parece una contradicción, pero no lo es. Viene de lo alto de una montaña, atraviesa abismos y precipicios para al final arrebatar un animal para alimentarse. Su presa no tiene proporción con el tamaño de los abismos que ha recorrido. Y este hecho es un elemento más de la grandeza del águila, ¡que llega a ser mayor que los abismos que ha superado!
|
![]() El legado de la primera santa de América |
![]() |
Todos los Santos La Santa Iglesia instituyó esta fiesta, en la cual se conmemoran a todos los santos juntos, incluso a los que no han sido canonizados, para que podamos invocarlos y pedir su auxilio en las asperezas de esta vida... |
![]() |
La catacumba de San Calixto VISITÉ EN COMPAÑÍA de unos amigos la catacumba de San Calixto, en Roma. Sus corredores estrechos dan la impresión de que sus dos paredes se encontrarán en lo alto, causando cierta sensación de asfixia. Por todas partes se veían sepulturas... |
![]() |
1. ¿Por qué a veces se habla de “entrega” y no de “consagración”? A lo largo de los siglos, la Iglesia no ha dudado en utilizar la palabra “consagración” para expresar el don y la ofrenda que una persona, un grupo humano o una región hacen de sí mismos a una criatura de Dios... |
![]() |
¿Cómo nuestras oraciones pueden interceder por los difuntos? ¿Cómo pueden la oración y la misa por los difuntos conducirlos a la salvación, si cada uno es responsable por su propia salvación? ¿Por qué la Virgen y San José no pusieron el nombre de Enmanuel a Jesucristo conforme estaba escrito en las profecías, según el Nuevo Testamento? ¿A qué se refería Jesucristo al decirle a Pedro que lo llevarían a lugares adonde él no quisiera ir?... |
![]() |
Educación sexual en los colegios “La necedad se esconde en el corazón del niño; la vara de la corrección la hace salir de él” (Prov 22, 15)... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino