6 de noviembre +Santoral
San Nuno Álvares Pereira, Confesor Armado caballero a los 13 años y Condestable de Portugal a los 25, a él Don Juan I debió su trono y Portugal su independencia, por la retumbante victoria en Aljubarrota. Primer Viernes de mes.
  Devociones marianas en el mundo

feb2011

Basílica de Nuestra Señora de las Victorias, en París, donde se venera a la portentosa imagen del mismo nombre
Artículo de portada
Nuestra Señora de las Victorias
«Habíamos visto ya todas las maravillas de París. Yo sólo encontré una que verdaderamente me encantó, y esa maravilla fue: Nuestra Señora de las Victorias. Las gracias que me concedió me emocionaron tan profundamente, que sólo mis lágrimas…» (Santa Teresita del Niño Jesús)...

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Palabras del Director   V

 

Estimados amigos:

La magnífica victoria de Lepanto en 1571, inspiró al gran Papa San Pío V el establecimiento de la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias.

Del mismo modo, en agradecimiento a la Madre de Dios, añadió la jaculatoria Auxilium Christianorum – “Auxilio de los cristianos” a las letanías lauretanas en honor a la Virgen María. Tres siglos después, San Juan Bosco levantaba en la ciudad de Turín, con milagros y limosnas, el célebre Santuario de Maria Ausiliatrice – “María Auxiliadora”.

Entre uno y otro acontecimiento, Luis XIII erigió en París una iglesia también dedicada a Nuestra Señora de las Victorias, en acción de gracias por haber vencido a los enemigos de la fe, en el famoso cerco de La Rochelle de 1628.

Hoy les invito a emprender un viaje a la capital francesa, la llamada ciudad luz, para conocer tal maravilla. Lo haremos en compañía de un maestro cicerone, Nelson Ribeiro Fragelli, quien ya nos ha deleitado con diversos artículos suyos.

Francia tiene un atractivo particularmente grato para nosotros. Se dice que el Perú es la Francia de América. Ni una ni otra cosa es por mera casualidad, como tampoco lo es que los bebés vengan de París… Lamentablemente, como decía Talleyrand, existen dos francias separadas por un río de sangre. La nuestra, la Francia que tanto amamos, es la Francia de la civilización cristiana.

Es la Francia de San Luis IX, de Santa Juana de Arco, de Santa Teresita del Niño Jesús y de San Luis María Grignion de Montfort.

Y el París por la cual suspiramos, es el de la catedral de Notre-Dame, de la Sainte Chapelle, de la capilla de la Rue du Bac; de los grandes palacios y de las magníficas alamedas.

En las páginas centrales, realizaremos una peregrinación virtual a la Basílica de Nuestra Señora de las Victorias, traspondremos su umbral y nos dejaremos penetrar por su ambiente interior.

En Jesús y María,

El Director
Estimados amigos:

La magnífica victoria de Lepanto en 1571, inspiró al gran Papa San Pío V el establecimiento de la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias.

Del mismo modo, en agradecimiento a la Madre de Dios, añadió la jaculatoria Auxilium Christianorum – “Auxilio de los cristianos” a las letanías lauretanas en honor a la Virgen María. Tres siglos después, San Juan Bosco levantaba en la ciudad de Turín, con milagros y limosnas, el célebre Santuario de Maria Ausiliatrice – “María Auxiliadora”.

Entre uno y otro acontecimiento, Luis XIII erigió en París una iglesia también dedicada a Nuestra Señora de las Victorias, en acción de gracias por haber vencido a los enemigos de la fe, en el famoso cerco de La Rochelle de 1628.

Hoy les invito a emprender un viaje a la capital francesa, la llamada ciudad luz, para conocer tal maravilla. Lo haremos en compañía de un maestro cicerone, Nelson Ribeiro Fragelli, quien ya nos ha deleitado con diversos artículos suyos.

Francia tiene un atractivo particularmente grato para nosotros. Se dice que el Perú es la Francia de América. Ni una ni otra cosa es por mera casualidad, como tampoco lo es que los bebés vengan de París… Lamentablemente, como decía Talleyrand, existen dos francias separadas por un río de sangre. La nuestra, la Francia que tanto amamos, es la Francia de la civilización cristiana.

Es la Francia de San Luis IX, de Santa Juana de Arco, de Santa Teresita del Niño Jesús y de San Luis María Grignion de Montfort.

Y el París por la cual suspiramos, es el de la catedral de Notre-Dame, de la Sainte Chapelle, de la capilla de la Rue du Bac; de los grandes palacios y de las magníficas alamedas.

En las páginas centrales, realizaremos una peregrinación virtual a la Basílica de Nuestra Señora de las Victorias, traspondremos su umbral y nos dejaremos penetrar por su ambiente interior.

En Jesús y María,

El Director
Verdades Olvidadas
Dudar del prójimo no es juzgarlo
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¿Por qué llora Nuestra Señora?
Una «ordonnance» del rey Carlos VI de Francia
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Página Mariana
Nuestra Señora de las Victorias
«Habíamos visto ya todas las maravillas de París. Yo sólo encontré una que verdaderamente me encantó, y esa maravilla fue: Nuestra Señora de las Victorias. Las gracias que me concedió me emocionaron tan profundamente, que sólo mis lágrimas…» (Santa Teresita del Niño Jesús)...

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Entrevistas
Entrevista al autor del libro «Dominus Est» Ejemplo que debe ser imitado
Mons. Athanasius Schneider, ejerce un especial apostolado al inspirar la debida reverencia y adoración al Santísimo Sacramento, empeñándose para que los fieles reciban en la boca y de rodillas la Hostia consagrada...

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Vidas de Santos
Santa Escolástica
Fundadora y alma de una orden religiosa, las benedictinas, que en su mayor auge llegaron a poblar catorce mil conventos. Ellas constituyeron, junto a los benedictinos, auténticos fundamentos espirituales de la milenaria civilización cristiana en Europa...

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La Palabra del Sacerdote
Más sobre el matrimonio (I)
El mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo es muy claro: “Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. En tales condiciones, usted no puede unirse en matrimonio al hombre con el cual tiene una hija, una vez que él está casado y separado de su mujer legítima...

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La Palabra del Sacerdote
Más sobre el matrimonio (II)
Del punto de vista de las leyes de la Iglesia, el casamiento civil no es verdadero matrimonio para cónyuges católicos, por lo tanto la unión así establecida no es indisoluble. Usted está libre...

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Ambientes Costumbres Civilizaciones
La ciudad medieval y la ciudad moderna
La ciudad moderna es de contornos imprecisos, irregulares, es como un tumor que se va extendiendo de aquí para allá, de tal manera que en una cierta dirección ella creció mucho, y en otra existen aún parques que llegan casi hasta su centro...

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